Lactancia materna: clave en la salud y el desarrollo de recién nacidos, especialmente los prematuros

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (1 al 7 de agosto), especialistas en neonatología subrayan la importancia de fomentar esta práctica desde el embarazo, ya que representa uno de los pilares más efectivos para asegurar el bienestar integral del recién nacido.
Más allá de ser una fuente de nutrición, la lactancia materna tiene un impacto directo en la ganancia de peso, el desarrollo neurológico, la prevención de infecciones y la formación del vínculo afectivo entre madre e hijo, sobre todo en el caso de bebés prematuros o con condiciones médicas especiales.
La doctora Gabriela Dávalos, jefa del Servicio de Neonatología en un hospital de alta especialidad, explicó que una de las estrategias clave es el contacto piel a piel inmediato después del nacimiento, lo que fortalece el apego y estimula la producción de leche materna. “Cuando el bebé nace vigoroso, se deposita en el pecho de la madre para ese primer contacto, con el apoyo del equipo médico”, señaló.
Sin embargo, cuando los recién nacidos no pueden permanecer con sus madres debido a su estado de salud, se implementan otras acciones, como la orientación sobre la extracción de leche materna y su adecuada conservación, para asegurar que los bebés puedan recibir este alimento vital aunque estén internados.
El calostro —la primera leche producida en los primeros días tras el parto— se distingue por su alta concentración de inmunoglobulinas, que forman una barrera inmunológica fundamental, especialmente en los bebés prematuros, quienes enfrentan múltiples factores de riesgo.
Para apoyar la continuidad de la lactancia en estas situaciones, se cuenta con espacios especializados para la extracción y almacenamiento de leche. Incluso se recomienda a las madres congelarla en casa cuando los bebés deben permanecer más tiempo hospitalizados y no pueden alimentarse de inmediato.
“Los beneficios de la lactancia materna son incuestionables. Ayuda a prevenir infecciones, promueve un desarrollo adecuado y establece una conexión emocional profunda entre madre e hijo. Por eso es fundamental seguir promoviendo su práctica desde los primeros días del embarazo”, concluyó la especialista.