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Joker 2: una estrepitosa y decepcionante caída

Imagen por Cortesía

Era una de las películas más esperadas del año y de muchos años. El clásico de culto que se generó con la primera entrega, abrió la puerta a una secuela de la que se pensaban grandes cosas, y que cuando se anunció el regreso de Joaquin Phoenix como el payaso criminal y a Lady Gaga en el rol de Harley Quinn, las expectativas se elevaron…pero ahora, ya que Joker 2: Folie a deux está aquí…hay que decirlo: TODO LO CONSTRUIDO SE DERRUMBÓ. Todas las altas expectativas puestas, todo el hype que se generó se cae de golpe directo al precipicio. Estamos ante una decepción en grande.

La historia nos lleva a Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), ahora un prisionero en el Manicomio de Arkaham, en donde espera a ser juzgado por sus crímenes, incluyendo el caso que lo hizo famoso: el tiro a Murray en un programa en vivo que lo elevó como un mártir. Se le ve destrozado, hasta que una chispa renace cuando conoce a Lee (Lady Gaga) en una clase de canto, entre ellos nace una historia de loco amor, que hará que su juicio se convierta en un programa de televisión en el que el Joker será juzgado por sus crímenes, mientras que Arthur, poco a poco, se vuelve a convertir en su alter ego: el Joker.

La película es completamente decepcionante, forzada, como que se apresuraron a hacer la secuela porque la gente la pedía, pero el guion es hueco, simple, una historia aburrida y completamente falta de imaginación. Se siente que todo lo logrado en la primera entrega, la echan por la borda, y aquí todo parece un collage, un pegoste sin sentido que desaprovecha a todos los personajes.

Si no es por la tremenda y brutal actuación de Joaquin Phoenix, Joker: folie à deux sería aún más decepcionante, pero una vez más, a pesar del pobre guion y la historia tan simplona, Joaquin es capaz de sacarle brillo a las piedras y entregar una actuación completa, lamentablemente no es suficientemente fuerte para cargar y detener la caída. Lo de Lady Gaga será anecdótico, porque su introducción como Harley Quinn, no aporta nada, aburre, no se siente la locura que el personaje requería, y su presencia en lugar de aportar, termina entorpeciendo aún más esta historia sin pies ni cabeza. Eso sí, como cantante brilla por si sola.

Otro desacierto desconcertante, es la forzada idea de vendernos que los personajes viven en un universo en el que vieron la película del Joker en el cine, y es la gran inspiración de Lee para buscar a Arthur. Esto se prestaba al fan service, pero hasta se les olvidó por completo, por más que al final dan un regalito que de todos modos no es suficiente, porque los personajes como Harvey Dent son desaprovechados en grande.

Y sí, hay algo que rescatar. Son los números musicales y el gran arte que les imprimieron, son de una alta manufactura y de verdad, visualmente son impresionantes, las canciones no son las mejores, pero justo el lado musical, es el que ligeramente se logra salvar, aunque también, depende tu humor, porque si no andas, puede ser lo más tedioso de la película.

Una gran producción, de una manufactura perfecta, que visualmente está muy bien realizada, pero Todd Phillips, tumbó todo lo que tan bien hizo en la uno, y volvió a mostrarse como lo qué es: un director de medio pelo, para abajo.

Oscar Beltrán



  



  

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