Presidente de Independiente culpó a afición de U de Chile de barbarie en Copa Sudamericana

Luego de los lamentables hechos de violencia que se registraron en el Estadio Libertadores de América, recinto localizado en la localidad de Avellaneda en la provincia de Buenos Aires, durante el juego entre Universidad de Chile y de Independiente, el presidente del conjunto argentino sorprendió con sus declaraciones.
Tras la barbarie que dejó al menos 10 heridos graves, cerca de 90 detenidos y la suspensión del partido de la Copa Sudamericana, Javier Grindetti, culpó de forma directa a la afición del conjunto chileno de ser el único responsable de todo lo acontecido, además de que solo habló de defender los intereses de su equipo.
“Ya estuvimos hablando con la gente de Conmebol y desde ya vamos a estar defendiendo los intereses de Independiente, porque justamente Independiente no ha tenido nada que ver, acá está claro el comienzo del problema y la continuidad en realidad del problema con un solo público”.
“Hay 90 detenidos que son simpatizantes de la U de Chile, hay un claro responsable, es evidente y vamos a estar defendiendo obviamente los intereses de Independiente en todas las instancias que correspondan. Si hay que viajar a Paraguay, vamos a viajar a Paraguay y vamos a seguir con esto hasta el último, yo creo que acá corresponde claramente una sanción al club chileno y una liberación de la responsabilidad a Independiente”, dijo para el medio TyC Sports.
Los incidentes comenzaron sobre el final de la primera etapa, cuando fanáticos del equipo visitante situados en la tribuna Bochini Alta comenzaron a lanzar butacas y trozos de concreto extraídos de la estructura hacia la parte baja, donde estaban hinchas del Rojo.
Entre los elementos que fueron utilizados para los ataques también se vieron baldones, palos, mampostería y hasta inodoros completos.
Tras varios minutos de inacción policial, se decidió que los simpatizantes visitantes abandonaran su tribuna pero, con todavía cerca de 30 en la misma, ingresaron los aficionados locales y se generó una brutal gresca que culminó con algunos aficionados chilenos saltando desde decenas de metros de altura para huir.