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Estilo de vida saludable previene o aletarga desarrollo de Alzheimer

Imagen por Cortesía

Alimentarse adecuadamente, realizar actividad física y ejercicios que mejoren la actividad cerebral, forman parte de un estilo de vida saludable que ayuda a prevenir o enlentecer, entre muchas otras patologías, la enfermedad de Alzheimer.

El experto en Neurología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Héctor González Usigli, detalla que una dieta balanceada, sin productos altamente procesados, así como ejercicio preferentemente aeróbico y de bajo impacto desde etapas medidas de la vida (alrededor de los 50 años) o antes, mejora los sistemas cardiovasculares.

Lo anterior, aseveró, incide de manera positiva en el tejido cerebral y reduce el riesgo de aparición de enfermedades neurodegenerativas o reduce la velocidad de progresión de estas, si es que llegan a presentarse.

En el marco del Día Mundial del Alzheimer (21 de septiembre), informa que “además de mejorar el estilo de vida con la alimentación y el ejercicio, la afección se puede retrasar e incluso prevenir si las y los pacientes realizan actividades de tipo cognitivo, es decir, mental, como juegos de palabras, de números, aprender un idioma, cursar una carrera, una maestría, un doctorado etc., pues así se compensa el deterioro neuronal que muchas veces ocurre con el paso del tiempo”.

Resaltó que estos ajustes no sólo son recomendables para personas de la tercera edad, sino que pueden comenzar desde la infancia y la juventud, a fin de tener mejor salud neurológica en etapas posteriores de la vida.

“Lo que debemos buscar son ejercicios o actividades que requieran de nuestra concentración y esfuerzo intelectual, y muchas veces encontramos estas dos características al enfrentarnos a algo nuevo, estar en continuo aprendizaje, incluso el mismo hecho de usar la computadora, los teléfonos inteligentes, enviar correos electrónicos si no sabemos, utilizar aplicaciones, juegos de lógica”, explicó.

Destacó que todo nuevo conocimiento beneficia un tipo de inteligencia en particular, por ejemplo los que son manuales inciden en la motricidad, mientras que la lectura de comprensión mejora la plasticidad cerebral.

Recomendó a la población acudir a consulta médica en caso de detectar pérdida de la memoria, incluso la de corto plazo, así como dificultades para pensar o comprender, desorientación o habla confusa. Aunque no es curable, se cuenta con abordaje médico para mejorar la calidad de vida y ampliar las expectativas de vida y mejorar la independencia de las personas el mayor tiempo posible.

Redacción



  



  

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