El cambio climático es real, aquí tienes tres ejemplos de cómo nos afecta

El cambio climático es real porque lo respaldan evidencias científicas sólidas y observables. La temperatura promedio del planeta ha aumentado significativamente en las últimas décadas, algo que se mide con precisión a través de estaciones meteorológicas, satélites y registros históricos.
Este calentamiento está ligado al aumento de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), que se liberan principalmente por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Los científicos han rastreado cómo estos gases atrapan el calor en la atmósfera, alterando patrones climáticos.
Además, vemos impactos concretos: el derretimiento de glaciares, el aumento del nivel del mar y eventos climáticos más extremos, como huracanes o sequías. No es una teoría ni una opinión; es un fenómeno documentado por miles de estudios a nivel global, desde la NASA hasta el IPCC. Los datos no mienten: el clima está cambiando, y nuestra huella está detrás de ello.
Primero, hablemos de las temperaturas. Desde finales del siglo XIX, la temperatura global ha subido más de 1.1°C, y no es una fluctuación natural. Los científicos comparan esto con registros de miles de años atrás, obtenidos de núcleos de hielo, anillos de árboles y sedimentos oceánicos.
Esos datos muestran que el ritmo actual de calentamiento es mucho más rápido que cualquier cambio natural previo, como los ciclos de las eras glaciales, que tomaban milenios. Hoy, en solo un siglo, hemos acelerado ese proceso, y las mediciones de estaciones terrestres y oceánicas lo confirman año tras año.
Estos son tres ejemplos:
1. Derretimiento de los polos y subida del nivel del mar
2. Olas de calor más intensas y mortales.
3. Tormentas más destructivas: Los huracanes y tifones están ganando fuerza.