Alto Knights, dos de Niro al precio de uno

¿Qué podía salir mal en una película de mafiosos con Robert de Niro en un papel doble? La verdad es que pocas cosas, y más si le agregamos que el director es Barry Levinson, quien estuvo detrás de Rain Man y Bandits. Parecía que se venía una épica de gánsters, de la vieja escuela, pero el resultado, la realidad, es que se siente muy plano y nos entregan aquí una película cumplidora, que no trasciende más allá. Aunque eso sí, lo de Robert de Niro es espectacular, dejando en claro que cuando le huye a la comedia y papeles bobos, es un tremendo actor.

La cinta se basa en la historia real de Frank Costello y Vito Genovese, ambos interpretados por De Niro, dos capos del crimen que van ascendiendo en la mafia en la época de prohibición. Aquí conocemos como Costello, dirigiendo a la mafia italiana en Nueva York, mantiene un bajo perfil, hasta que su viejo amigo, Vito, regresa y quiere reclamar el trono, buscando cambiar radicalmente la forma de hacer los negocios. Su amistad se irá por la borda y poco a poco salen a relucir secretos entre ambos.

Un clásico drama de mafia, con un toque de mucha elegancia y un brutal Robert de Niro que de verdad lo hace muy bien, en su doble papel. Eso es lo que vale la pena, con todo y que esto no es Casino, y obviamente no es El irlandés, se defiende, aunque peca de que hay ratos en los que la historia nos puede hacer sentir que no pasa nada o que solo estamos viendo un capítulo largo de Los Soprano.

Si se siente que mejora mucho de la mitad hacia adelante, dando un desenlace bastante emocionante. Una cinta que sabe bien al público que va dirigida y como emocionar y cumplir con todo, y lo hace todo muy bien, personajes bien logrados, actuaciones memorables, pedazos de historia en pantalla, todo hace que el engrane gire y en poco más de dos horas, nos den una película entretenida. Aunque es cierto que se queda a años luz de los clásicos del cine de gánster, pero su intento y lucha hacen con un De Niro espectacular.