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Krakens y Sirenas: la importancia de brillar por ti mismo

Imagen por Twitter UniversalMX

Que difícil es ser Krakens y Sirenas, porque es justo la siguiente película que Dreamworks lanza después del arrollador éxito de la segunda parte de Gato con Botas, un triunfo en historia, animación, que dejó la vara muy alta. Y ante este precedente, la realidad es que esta cinta de la lucha entre sirenas y krakens gigantes, se queda corta, y no porque sea mala, pero si la comparamos…ahora bien, sin comparar, es una película buena a secas, cumplidora, pero que se queda corta en muchas cosas que nos quiso vender.

De entrada, se presentaban como una irreverente cinta que iba a abonar al pleito: Dreamworks-Disney, y le iban a tirar a la perfección del mundo creado por la casa del ratón de la Sirenita. Iban a desenmascarar la verdadera cara de la pelirroja, pero al final, como que eso queda en segundo plano y nuca hay un guiño real o que se sienta irreverente.

En animación tampoco presenta nada novedoso, más bien sentí que veía una película que se pudo haber producido hace algunos años y no pasa nada. Pero eso sí, la calidad está presente y el mundo creado para esta película, aunque pudo ser más espectacular, sobre todo en las tomas marinas, cumple a secas, como la película.

Sobre la historia, hay que decir que va más dirigida a las adolescentes, pero su mensaje es bonito para los tiempos que corren. Pues habla de aceptación, de no pretender ser alguien más por miedo al rechazo o por simplemente sentirse raro o que no encajas en los moldes impuestos por la sociedad. También está la parte familiar, de los padres queriendo controlar de más, ocultando cosas, para tenerlos amarrados y no dejarlos crecer en el mundo exterior.

Al final hay que hablar de los personajes. Algunos se sienten bien desarrollados como la protagonista: Ruby Gillman, que se entrega asu naturaleza de kraken gigante y entiende su destino en el mundo, sin miedo al qué dirán. Después está la madre: Agatha, que realmente jamás entendemos sus miedos o su necesidad de mantener oculta a su familia. Chelsea la sirenita, medio va evolucionando, pero tampoco es un logro. Y el resto parece ser que son simples adornos, o escalones para contar la historia.

Sí es diferente, aquí vemos de una forma distinta la verdadera naturaleza de los monstruos que habitan el mar. Si vale la pena verla en familia y disfrutar los momentos divertidos que ofrece. Llevarse a casa el bonito mensaje y brillar libremente. Pero tampoco es una película memorable o que esté a la altura de los últimos trabajos que venía entregando Dreamworks.



Oscar Beltrán



  



  

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