Hackean teléfono y correo de la presidenta de México
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que uno de sus teléfonos móviles y una cuenta personal de correo electrónico fueron hackeados.
El incidente salió a la luz tras un reporte del periódico The New York Times, que señaló que el ataque ocurrió poco después de que México extraditara a 29 narcotraficantes de alto perfil a Estados Unidos el 27 de febrero de 2025.
Sheinbaum reveló esta información durante su conferencia matutina del 17 de marzo, destacando que Apple alertó de inmediato a la Agencia de Transformación Digital del gobierno mexicano, la cual actuó rápidamente para contener la situación.
Aunque no se ha identificado a los responsables, el momento del hackeo sugiere una posible relación con las acciones del gobierno contra el crimen organizado.
El teléfono comprometido tenía un valor sentimental para Sheinbaum, ya que se lo regaló Layda Sansores, actual gobernadora de Campeche, en 2008, durante el movimiento de "Las Adelitas".
La presidenta explicó que este dispositivo lo utilizó durante años, incluso en su etapa como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y que su número era ampliamente conocido, pues se filtró durante su campaña presidencial en 2024.
Aclaró que no lo usaba para comunicaciones oficiales ni personales sensibles, sino que lo mantenía activo por cariño y porque aún recibía mensajes de ciudadanos, como vecinos de Tlalpan que le pedían ayuda con problemas locales. En cuanto al correo hackeado, mencionó que era una cuenta antigua de Yahoo, también conocida por muchas personas.
El contexto del hackeo apunta a una represalia potencial tras la extradición masiva de narcotraficantes, que incluyó a figuras como Rafael Caro Quintero y los hermanos Treviño Morales, líderes de Los Zetas. Esta operación, acordada con Estados Unidos, fue una de las medidas más audaces de Sheinbaum contra los cárteles, lo que pudo haber motivado a actores criminales o externos a intentar vulnerar su seguridad.
Aunque la presidenta minimizó el impacto al asegurar que no se comprometió información gubernamental sensible, el incidente expuso las debilidades en la ciberseguridad del país, especialmente en un momento de tensiones diplomáticas con Estados Unidos por temas como el narcotráfico y los aranceles.
Expertos y analistas han subrayado la creciente sofisticación de los ciberataques en México, un país donde el gobierno y las empresas invierten menos en ciberseguridad en comparación con economías desarrolladas.
Incidentes previos, como el hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional por el grupo Guacamaya en 2023 y el ataque a la oficina de asuntos legales de la presidencia en noviembre de 2024 por RansomHub, reflejan esta vulnerabilidad.
En el caso de Sheinbaum, la intervención de la Agencia de Transformación Digital logró mitigar el daño, pero la falta de claridad sobre los perpetradores y la ausencia de un pronunciamiento firme del gabinete de seguridad han generado dudas sobre la capacidad del gobierno para proteger a sus funcionarios clave.
Finalmente, el hackeo también tuvo un eco político y mediático. Sheinbaum cuestionó partes del artículo del The New York Times que vinculaba el incidente con su relación con Donald Trump, quien la elogió por su firmeza tras la extradición.
La presidenta afirmó que algunos detalles del reporte eran ciertos, pero otros no, y reafirmó su compromiso con la transparencia.
