Desmiente supuesto grupo criminal versión del rancho de exterminio en Teuchitlán
Recientemente, ha surgido un video en redes sociales que ha generado controversia en relación con el caso de Teuchitlán, Jalisco, donde se descubrió un supuesto campo de exterminio y crematorios clandestinos vinculados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En este video, un grupo de personas encapuchadas y armadas, que se presentan como miembros del CJNG, desestiman las acusaciones sobre su involucramiento en las actividades criminales reportadas en el Rancho Izaguirre, el lugar donde colectivos de búsqueda encontraron restos óseos, ropa, zapatos y otros objetos personales a principios de marzo de 2025.
El vocero del video afirma que el CJNG no utilizó el rancho como un centro de exterminio, reclutamiento forzado o crematorio clandestino, y acusa a los colectivos de búsqueda, particularmente a las madres buscadoras, de fabricar una narrativa exagerada para generar alarma social.
Según el mensaje, el predio fue asegurado por fuerzas federales en septiembre de 2024 tras un operativo que resultó en la liberación de dos personas, y en ese momento no se habrían encontrado pruebas de las actividades ahora denunciadas.
Los encapuchados sugieren que los hallazgos recientes —como los restos calcinados y los objetos personales— son una "simulación" y cuestionan la legitimidad de la intervención de los colectivos, preguntando con qué autoridad ingresaron a un lugar previamente asegurado.
El video ha provocado reacciones mixtas. Por un lado, algunos analistas y usuarios en redes sociales lo ven como un intento del CJNG de deslindarse de la creciente presión pública y mediática tras el escándalo de Teuchitlán, que ha sacudido a México por la magnitud de la violencia y las desapariciones asociadas.
Por otro lado, hay escepticismo sobre su autenticidad: varios observadores han notado que el estilo del video —sin las típicas mantas, logotipos o insignias del CJNG, y con una narrativa inusualmente alineada con discursos oficiales— no coincide con los patrones habituales de comunicación del cártel. Esto ha llevado a especulaciones de que podría tratarse de un montaje, aunque no hay evidencia concluyente que lo confirme.
El caso de Teuchitlán ya era un tema sensible debido a la negligencia percibida de las autoridades, que intervinieron el rancho en 2024 pero no detectaron entonces la magnitud de lo que los colectivos hallaron después.
La aparición de este video agrega una capa más de complejidad, intensificando el debate sobre la veracidad de las narrativas en torno al crimen organizado y la búsqueda de desaparecidos en México.
Mientras tanto, ni el gobierno federal ni las autoridades locales han emitido una postura oficial sobre el video, dejando el asunto abierto a interpretaciones y cuestionamientos.
